¿Cómo ha cambiado el mercado laboral 5 años después del covid? En 5 gráficos

Hace cinco años España vivía el primer confinamiento masivo de su historia, con millones de personas recluidas en sus casas y decenas de miles de empresas obligadas a parar en seco su actividad ante la escalada de contagios fruto del coronavirus. La declaración del primer estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, fue dio el pistoletazo de salida a semanas de aplausos en los balcones a las ocho de la tarde, con una economía que se puso en 'modo subsistencia' y con millones de trabajadores, no todos, resguardados bajo la figura de los ertes.

Cinco años después la fotografía es muy diferente y el mercado laboral español se encuentra en fase expansiva, resistiendo los vientos que pretenden enfriarlo, si bien no avanza con la misma marcha que hace un par de años.

España pierde 185.000 empleos en agosto, un final de verano menos duro que antes del covid

Hoy la economía española está en récords de ocupados, con un empleo de mayor calidad que hace cinco años y el menor nivel de paro desde 2008, si bien no lo suficientemente bajo como para dejar de ser el estado miembro de la UE con mayor proporción de desempleados. Así ha cambiado el mercado laboral justo cinco años después de la pandemia.

Empleo: 2,3 millones más de ocupados

En los últimos cinco años la Seguridad Social ha ganado un total de 2,35 millones de afiliados, hasta los 21,35 millones de cotizantes con los que cerró este pasado mes de marzo. Nunca antes había habido tantas personas trabajando de forma simultánea. Ello representa un incremento de la ocupación del 12,4%, cuando, de media, la UE ha crecido menos de la mitad, un 5,5%, según los últimos datos disponibles de Eurostat.

Más maestros (+32%), informáticos (+31%), transportistas (+20%) y camareros (+18%). Estos son los sectores que han liderado ese crecimiento de la ocupación en el último lustro, que ha sido prácticamente transversal. El único ramo de actividad que ha perdido ocupados desde 2020 ha sido el de empleadas del hogar, que han descendido un 11,9%. A nivel de género, en ese camino España ha perforado la simbólica cota de más de 10 millones de mujeres cotizantes.

Paro: Aumenta la velocidad del descenso

En sentido contrario, el paro ha pasado de repuntar hasta niveles cercanos a los de la Gran Recesión a bajar hasta umbrales previos al estallido de la burbuja. Este pasado marzo cerró con 2,58 millones de desempleados y durante los primeros compases de la pandemia llegó a escalar por encima de los 4 millones, sin contar los más de tres millones de afectados por ertes. Pese a esa evidente mejoría, España sigue ostentando una tasa de desempleo (10,6%, según INE) casi el doble que la media de la UE (5,7%, según Eurostat).

El paro ha bajado durante estos últimos cinco años, pero no lo ha hecho al mismo ritmo entre hombres que entre mujeres. Ellas, como ya era propio antes de la pandemia, siguen siendo mayoritariamente más vulnerables a los ciclos económicos negativos y se benefician menos de los positivos. Desde 2020, el paro femenino ha bajado en un 23%, mientras que el masculino ha hecho lo propio en un 33%.

Autónomos: El mejor febrero del último lustro

El colectivo de autónomos fue uno de los que mejor resistió el terremoto que supuso la pandemia. Mientras los asalariados tuvieron los ertes, los trabajadores por cuenta propia tuvieron que mantener a flote su negocio con las ayudas extraordinarias por cese de actividad, algunas de las cuales ahora la hacienda pública está revisando y reclamando. Aguantaron más, en el sentido que registraron un menor nivel de bajas, pero también les ha costado sustancialmente más abonarse al actual ciclo de crecimiento del empleo.

Actualmente en España hay 3,89 millones de afiliados al RETA, unos 136.731 más que hace cinco años. La expansión del mercado laboral español de los últimos años se explica mucho más por el crecimiento de asalariados, que no por el de autónomos. Estos han aumentado un 4%, tres veces por debajo de la media del conjunto de la afiliación.

Un mercado laboral más estable

El mercado laboral español es hoy más estable que hace cinco años y, en parte, ello es por la reforma laboral que pactó el Gobierno en 2021 con patronal y sindicatos. Las restricciones a la contratación temporal, especialmente mediante la supresión de contrato de obra y servicio, sumado al tipo de empleo creado -en sectores de mayor calidad- han aupado el peso de los empleados fijos.

La figura de los fijos discontinuos ha eclosionado tras la reforma del 2021. Y si bien desde la oposición han acusado al Gobierno de "maquillar" el crecimiento del empleo mediante esta figura, su peso es minoritario y dónde más ha crecido el empleo es en los contratos indefinidos a tiempo completo. Actualmente, el 58,4% de los asalariados tiene un contrato indefinido a tiempo completo, frente al 50,6% que había en 2020. Ello se explica porque la contratación temporal ha caído desde el 26,7% al actual 11,4%.

Madrid amaga con el 'sorpasso' a Catalunya

Todos los territorios han participado del crecimiento del presente ciclo de crecimiento, pero algunos más que otros. Sin que tracen un mapa ordenado, el Levante y Madrid han sido las regiones donde más ha aumentado el empleo, mientras que en la cornisa noroeste y en Extremadura ha sido donde ha crecido menos. Catalunya, con un aumento del 12% de su afiliación en los últimos cinco años, se ha quedado ligeramente por debajo de la media española, unas cuatro décimas. Mientras que Madrid, solo por detrás de las Islas Canarias, ha sido quien más ha crecido.

Catalunya sigue siendo, por trayectoria y peso histórico, el primer empleador de España, aunque la capital del Reino le ha ido recortando distancias y no sería descabellado que este 2025 le diera el 'sorpasso'. Apenas 15.000 ocupados separan un territorio y otro, en términos cuantitativos. Otra cosa es el tipo, calidad y origen de ese empleo.

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