Por 2.000 euros, más gastos, un matrimonio de Córdoba pretendía resolver sus problemas de infertilidad comprando a una bebé recién nacida. La pareja acordó el trato y el precio con una mujer embarazada que residía en Móstoles (Madrid) y a la que la Fiscalía ya había retirado antes la custodia de sus otros seis hijos por abandono, y la entrega llegó a efectuarse, pero la madre se arrepintió a última hora. El desenlace, conocido ahora, ha sido la detención de cinco personas, la madre biológica de la bebé y cuatro miembros de la familia que había cerrado la compra.
Según ha informado la Policía Nacional, fue precisamente el arrepentimiento de la madre biológica de la niña lo que dio al traste con la operación y llevó a la detención de los implicados, a los que se imputan los delitos de alteración de la paternidad, detención ilegal, falsificación documental y acusación y denuncia falsa. La bebé ya está en manos de los servicios sociales de la Junta de Andalucía.
La madre de la bebé, de 37 años, dio la voz de alarma el pasado mes de marzo, al acudir a una comisaría a denunciar que su hija había sido secuestrada y que, para poder recuperarla, le reclamaban el pago de 3.000 euros. La mujer acusó del supuesto secuestro a una familia cordobesa y explicó que en octubre del año pasado había conocido en una fiesta en Madrid, a un joven de 24 años quien se habría ofrecido, según su versión, a ayudarla con el bebé que estaba a punto de tener ante el temor de la madre a que le fuese retirada su custodia, como ya le había sucedido antes con otros de sus hijos.
En la denuncia detalló que este hombre se ofreció a llevarla entonces a Córdoba, de donde era originario y donde residía con su familia, y cuidar de ella hasta que naciera la niña. Después del parto, aseguró esta mujer, quiso volver con la recién nacida a Madrid, pero la familia cordobesa la convenció para que les dejara a la niña unos días más. Los días pasaron y, añadió en su denuncia, a la semana recibió amenazas y le exigieron el pago de 3.000 euros si quería volver a reunirse con su hija como pago por los gastos ocasionados durante su estancia en Córdoba.
Los hechos que denunció eran graves y la Policía Nacional puso inmediatamente en marcha una investigación para aclarar lo ocurrido y localizar y recuperar a la bebé, pero pronto quedó claro que lo que había denunciado la madre biológica de la menor distaba mucho de lo que había sucedido realmente.
Las primeras pesquisas de los agentes ya permitieron identificar a todos los implicados y confirmaron que, en lugar de un secuestro, de lo que se trataba era de una operación de compraventa de la recién nacida. La madre había aceptado entregarla a la pareja cordobesa, que no podía tener hijos biológicos, a cambio de 2.0000 euros.
Averiguaron a continuación que el parto había tenido lugar, efectivamente, en Córdoba y que tras ser dada de alta en el hospital, la madre biológica había acudido al Registro Civil de esa ciudad junto al matrimonio al que había vendido su hija, a la que inscribieron. Ella, como madre, y el comprador como padre. Acto seguido, desvelaron las investigaciones, el hombre había acudido a un cajero automático y había sacado de su cuenta bancaria 2.000 euros en efectivos que entregó a la madre biológica y vendedora., que fue trasladada a Madrid por otro miembro de la familia.
Los agentes también descubrieron que la madre biológica se había arrepentido a última hora de la venta de su bebé y que ése fue el motivo por el que la familia de Córdoba le reclamó 3.000 euros, los 2.000 que le habían entregado como pago y los mil euros restantes por los gastos que tuvieron que asumir durante el mes que estuvo en la ciudad andaluza hasta el parto.
Una vez que los investigadores encajaron todas las piezas del caso, procedieron a la detención, primero, de la madre biológica en la localidad de Móstoles y, de forma casi paralela, al matrimonio que había intentado comprar a la bebé en Córdoba, junto a otros dos familiares que habían sido cómplices de los hechos. La pareja que pretendía hacerse pasar por los padres de la niña fueron arrestados cuando se disponían a acudir a una cita con el pediatra. Todos los detenidos fueron puestos a disposición judicial y la menor, entregada a la Junta de Andalucía, que se ha hecho cargo de su custodia.