COMERCIO ANTIGÜEDADES

Las 'open house' que convierten los hogares en mercadillos

Los anticuarios de las Islas se meten de lleno en la moda de los vaciados de casas en los que todo se vende, desde las joyas a los muebles

Lucía Mora

Lucía Mora

Santa Cruz de Tenerife

Jarrones, vajilla, armarios, instrumentos musicales o joyas que tienen más de un centenar de antigüedad. En ocasiones, heredar viviendas se convierte en un verdadero quebradero de cabeza para el beneficiario que no sabe qué hacer con los objetos que guardan los inmuebles entre sus paredes. Con el fin de tasarlos, darles valor y venderlos, los anticuarios isleños se vienen sumando, cada vez con más asiduidad, a una modalidad de venta muy extendida fuera de nuestras fronteras y que aquí va en alza: las open house. Es decir, una jornada de puertas abiertas de esas viviendas en las que sobran los objetos

El origen de este tipo de negocio se data en 1992 con una campaña de marketing en Estados Unidos y hace aproximadamente una década que llegó a Canarias. Empezó de forma tímida y ahora hay anticuarios en Gran Canaria y Tenerife que ya tienen lista de espera para estas actividades y cuentan con una amplia cartera de clientes

Mercadillo en viviendas

Antigüedades Capileida nació en 1995 como el sueño de Almudena Pérez, una tinerfeña restauradora profesional que se negó a que algunas reliquias acabaran en el cubo de la basura y decidió montar un negocio para una segunda vida. Un año después organizaba su primer mercadillo, aunque no fue hasta hace diez años cuando apostó firmemente por esta actividad. «No nos gusta llamarlo open house, para nosotros es un mercadillo en viviendas», señala su hija, hoy propietaria de Capileida, Natalia Romero.

Auge en redes y series televisivas

El factor más determinante que les hizo apostar por este modelo de negocio fue el auge de las redes sociales y también de las series televisivas donde los artículos vintage llaman la atención y los clientes los reclaman. «Antes teníamos que pagar por publicidad y ahora ya no hace falta porque cualquier objeto que publicas ya se hace viral en pocos minutos», comenta. 

Herederos de chalets o grandes viviendas

Ahora bien, ¿cómo funcionan estos mercadillos en viviendas? Romero explica que los propietarios, en su mayoría, son herederos de chalets o grandes viviendas con «objetos de alto valor adquisitivo, que, por diversos motivos, quieren deshacerse de estos y recurren a nosotros». Es en este momento cuando los expertos se desplazan a las viviendas, tasan los objetos y valoran, junto al propietario, si dejarlos en el inmueble y organizar las visitas o llevarlos a la tienda física y venderlos allí. De realizarse la visita, en función del espacio del inmueble, se establece la cantidad de personas que podrán acceder y, tras ello, anuncian a través de redes sociales la ubicación y el horario.

Mercancía con historia

 «Es un trabajo que requiere muchísima dedicación y profesionalidad porque todos tienen historia, valor sentimental y un gran coste económico», señala. Romero suele explicar a sus clientes la historia, los años y el valor de cada pieza por la que se interesan.

Desde diez euros en adelante

«Los precios son razonables. Varían desde los diez euros a más de 20.000», añade. Por ese motivo, hay clientes de todas las edades. «Tenemos unos clientes de hace años y otros, más jóvenes, que van porque ven el anuncio en redes sociales o simplemente por curiosidad», explica. Los interesados que visitan las viviendas, pueden abrir cajones, probarse joyas o comprobar el estado de las piezas en venta.  

Joyas y obras de arte

Lo que se vende «son auténticas joyas y obras de arte», define Romero. Entre los más solicitados: juegos de vajilla enteros, mobiliario, juguetes, cuadros pintados de artistas de renombre, joyas o instrumentos musicales. La anticuaria pone de ejemplo un piano que tienen en venta en 12.000 euros pero «si se fuera a comprar nuevo el precio superaría los 25.000 euros».

Las ganancias se reparten entre el propietario y el anticuario en función de la comisión que hayan acordado previamente. Ninguno, pues, pierde.

Listas de espera

En este fenómeno hay lista de espera para abrir viviendas y colas de espera para acceder a ellas. La Deco Antigüedades tiene su tienda principal en Las Palmas de Gran Canaria desde hace 13 años, pero no fue hasta hace tres cuando se adentraron en las open house «tras el auge que experimentó el negocio en la Península y la demanda que comenzaba a producirse en las Islas», explica su dueño José Antonio Lora.

Cola de personas interesadas en acceder a la vivienda.

Cola de personas interesadas en acceder a la vivienda. / Andrés Cruz

Turismo en torno a este negocio

Las visitas las realizan los fines de semana a partir de las 10 de la mañana pero las colas comienzan a formarse por fuera de la vivienda mucho antes. «Vienen desde todas las islas a ver las casas, es casi un fenómeno turístico en torno a las open house», ironiza. Y tanto es así que algunas casas las tienen que abrir más de dos días con varias visitas organizadas

"Lo que atrae es lo que ve"

Este empresario, muy activo en redes sociales, da un adelanto de las casas que va a abrir a través de ellas porque, a su juicio, «lo que atrae al cliente es lo que ve en los vídeos». Lo que busca es «vender lo más posible de la casa hasta vaciarla al completo». Tal es así que, como anécdota, explica que en una ocasión una pareja que acudió a la visita interesada por varias de las piezas acabó comprando la vivienda al propietario directamente.

Una muñeca de porcelana

Raúl Fernández es un joven grancanario de 33 años que ha acudido a algunas de estas jornadas en la isla. «Me enteré de estas visitas por redes porque estaba buscando una muñeca de porcelana que le rompí a mi abuela y quería intentar devolvérsela», recuerda. A partir de ahí intenta no perderse ninguna. «No es por la moda vintage, al fin y al cabo las modas pasan, lo que no debemos dejar pasar es el patrimonio y la historia que nos dejan nuestros antepasados», reseña.

Afirma que en cada visita aprende, comprende y valora «los detalles, no solo de los objetos, sino de las viviendas». Quizás esto último motivado por su profesión: la arquitectura y el diseño interior. «Me sirve para mis proyectos y poder asesorar a mis clientes. Es una forma gratuita de obtener información de viviendas históricas».

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents