Opinión | Desde mi Noray

Gracias Hermanas de la Caridad

Vaya nuestro mejor homenaje a las actuales 64 Hermanas que fieles a su fundador siguen haciendo el bien hoy día a esta Isla con tres colegios y dos residencias de ancianos

Vista aérea del Puerto de La Luz.

Vista aérea del Puerto de La Luz. / EP

La semilla que un día plantaron en el puerto de La Luz hace 114 años, las Hermanas de La Caridad de San Vicente Paul, ha fructificado del tal forma que en la jornada de ayer ha sido coronada canónicamente en el muelle del Arsenal por el obispo José Mazuelos la imagen de Nuestra Señora del Carmen que se venera en La Isleta. Es evidente que las protagonistas de este singular acontecimiento con el apoyo de nuestra Armada y pueblo porteño son las citadas Hermanas que colocaron en la ermita-escuela de la calle Benartemi en 1911 , un cuadro de la patrona del Monte Carmelo, reemplazada dos años más tarde por esta imagen que se llevó en una tartana desde el Hospital de San Martín en Vegueta.

Este fue casi el comienzo de la evangelización de las hijas de San Vicente Paul en el puerto de La Luz, a donde arribaron en 1894, tras su llegada a la Isla en 1829 , para atender a los acogidos en el citado hospital y extender su apostolado a la zona portuaria con la puesta en marcha del colegio Nuestra Señora del Carmen en la calle 29 de abril, cuyos cimientos se colocaron en 1909. Como es evidente en aquellos tiempos había mucho analfabetismo desde el istmo de Guanarteme hasta La Manigua como se conocía La Isleta, y los barrios de Alcaravaneras, Santa Catalina y El Refugio.

De ahí que las Hermanas de La Caridad hicieran grandes esfuerzos para enseñar a los hijos de obreros portuarios, pescadores y marineros en el actual emplazamiento de la Iglesia del Carmen, hasta que fue convertida en parroquia por el obispo Antonio Pildain en 1938. Desde ese momento la misión de estas Hermanas no ha cesado en favor de los habitantes de la zona como ocurrió durante la Primera Guerra Mundial en 1914 cuando el hambre y la miseria asoló a los obreros por la huida de los barcos y se montaron cocinas económicas que atendían estas beneméritas mujeres con el apoyo de las casas inglesas. Labor que no cesa con ese comedor para indigentes que funciona desde 1989 en la calle 29 de abril donde se atiende cada año a medio millar de comensales. Por ello vaya nuestro mejor homenaje a las actuales 64 Hermanas que fieles a su fundador siguen haciendo el bien hoy día a esta Isla con tres colegios y dos residencias de ancianos.

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