La ministra de Sanidad, Mónica García, expresó el “Mazón dimisión” ayer en un acto de Más Madrid y recordó los seis meses de la tragedia, de los que el próximo martes se cumplen seis meses, al decir que “no se puede ser más indigno y no se puede ser más sinvergüenza”, en referencia al president de la Generalitat Valenciana. Su comentario provocó la respuesta del conseller de Sanidad, Marciano Gómez, que aprovechó el ataque de García para reclamar la unidad de emergencias en salud mental que la ministra anunció en su visita a València a finales del año pasado.
No es la primera vez que Gómez lo reclama, lo hizo recientemente en un desayuno informativo en el que validó la tarea del jefe del Consell en plena polémica por las últimas informaciones de la dana. Eran 14 unidades de salud mental de emergencia para atender las necesidades de los afectados por la dana, que el conseller dijo tendrían que haber estado activas desde febrero, y, “a día de hoy, no ha puesto ninguna”.
Ayer el conseller de Sanidad exigió a García “que no asuma su responsabilidad” y le exigió que se “pongan en marcha las Unidades de Salud Mental de Emergencia (USME), que siguen sin llegar a la Comunitat Valenciana seis meses después de que se anunciaran en noviembre en el Consejo de Ministros para apoyar la atención a las personas afectadas por las inundaciones del 29 de octubre”. “No se pueden hacer anuncios en una situación de emergencia y no cumplir después los compromisos adquiridos, y este es el caso de la ministra, que prometió a las personas afectadas unas unidades de salud mental de emergencia que no han llegado después de seis meses”, subrayó.
Sobre las reclamadas unidades, fuentes del Ministerio explicaron a La Vanguardia que un equipo que tiene como labor realizar un diagnóstico en salud mental para detectar las necesidades no cubiertas de la población ya está trabajando sobre el terreno, pero desde el Consell reclaman su pronta activación.
Por otra parte, y ante la próxima celebración del congreso del PP europeo en València, la también ministra Pilar Alegría dijo en un acto de partido en Aragón, donde es secretaria general, que el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, es “una vergüenza histórica para los valencianos” y apuntó que “Feijóo tendrá que explicar a sus compañeros europeos que él abrió las puertas a Vox en los gobiernos autonómicos”.
A las declaraciones de la titular de Educación respondió Susana Camarero, vicepresidenta del Consell y consellera portavoz, asegurando que Alegría es “una ministra de Educación que no ha pisado Valencia en seis meses, que no le ha importado en absoluto el estado de los colegios, que no ha mandado ni un solo euro para la reconstrucción de los colegios afectados y que ha dado la espalda a los 48.000 niños y niñas afectados por esta tragedia”.