Un arca de Noé para los animales de la dana

Caballos, cabras, ovejas, perros, gatos y otras especies conviven un santuario abierto por el agricultor Agustín Méndez en su terreno con la ayuda

Maite y Martín con ‘Triana’, la cabra que amamanta a dos cabritillos que no son sus crías.

Maite y Martín con ‘Triana’, la cabra que amamanta a dos cabritillos que no son sus crías. / Daniel Tortajada

Mónica Ríos

Empezó con Soberano, un caballo cuya cuadra fue arrasada por la dana en Catarroja, y no ha parado de rescatar y de alimentar animales desde entonces. Se llama Agustín Méndez y junto a un grupo de voluntarios ha fundado Santuario Dana, un refugio de animales víctimas de la barrancada del pasado 20 de octubre. En ese arca de Noé cohabitan, alimentados y cuidados con mimo, caballos, cabras, ovejas, cerdos, patos, ocas, tortugas, gallinas, perros, gatos y hasta una burra. Eso sí, separados por especies, y teniendo en cuenta sus necesidades o sus características.

Agustín no está solo en esta aventura. Le acompañan Martín, Maite, María José y Juan. Cinco amigos que lleven meses trabajando en el rescate de animales afectados por la dana, más allá de perros y gatos. Reciben a los periodistas en el refugio, con anécdotas increíbles, la queja generalizada del abandono institucional a proyectos como el suyo y una petición concreta: «Necesitamos financiación».

Todo el gasto ha sido sufragado por Agustín y los fondos propios se acaban. «Hemos pensado distintas fórmulas que van desde donaciones hasta proyectos como Apadrina a un animal o incluso ser refugio de animales que ahora no pueden estar con sus dueños». Porque algunos tienen dueño y los visitan en el refugio. «Bastante tienen con sus vidas como para hacerse cargo de los animales. Por eso los tenemos aquí y los cuidamos. Y sus dueños los visitan aquí y siempre es una alegría», explican.

Sucios y hambrientos

Otros de los animales o no tienen dueño, o este ha desaparecido. La realidad es que los rescataron sucios, hambrientos y solos. El cerdo Ronaldo es ejemplo de ello. La burra Violeta, también. Igual que la yegua Dana, un animal ciego que fue protagonista de un rescate que se hizo viral en redes sociales.

«Ronaldo se llama así porque nos hacía unos quiebros para cogerlo... y nos lo hizo pasar muy mal. Violeta recibe ese nombre porque la encontramos en un campo repleto de violetas. Y Dana... este animal se comporta como si fuera un perro, si la llamas, acude y se le nota inmensamente agradecida», explican.

Mientras muestran las instalaciones, recuerdan la historia de cada uno de los animales, cómo fue su rescate. Una aventura tras otra. Recalcan que son seres vivos que han sufrido un trauma muy grande, así que los hay que arrastran secuelas.

No quieren hablar del dinero invertido, pero sí del que necesitan para seguir adelante con un proyecto que es un pozo sin fondo. «En nuestras redes sociales pueden ver lo que hacemos. En Santuario Dana Tagoro está toda la información para que puedan contactar con nosotros y ayudarnos. Solo hemos recibido ayuda de dos asociaciones de Alemania y nosotros, ya no es que alimentemos solo a los animales que tenemos aquí, en el santuario, es que tenemos localizados corrales donde no va nadie y alimentamos a los animales».

En aras de visibilizar este proyecto, el artista Lucas Karrvaz (acrónimo de José Lucas Carrión Vázquez) cobra protagonismo. Una coincidencia particular hizo que Lucas y Agustín se encontraran por el camino e hicieran amistad. Ahora, el artista valenciano cuyas esculturas de metal decoran los jardines de la Ciudad de las Artes y las Ciencias está inmerso en un proyecto e homenaje a las víctimas de la dana y a los voluntarios que tanto hicieron en la tragedia.

«Es una Torre de Babel para visibilizar la descoordinación y el caos de las administraciones, y es un homenaje a las víctimas y un reconocimiento a los voluntarios. Conseguimos las puertas de los desguaces y con el material que tengo voy creando. Es un proyecto ambicioso que queremos que se visite aquí porque todo cobra un sentido. Habrá 88 puertas con el nombre de los 88 municipios afectados y la previsión es emplear unas 200 puertas porque medirá 15 metros y el diámetro es de 17 metros. Y cada anillo rendirá homenaje a un sector con un papel relevante en la tragedia», explica el artista .

Veterinario de confianza y voluntarios

Los voluntarios y creadores de Santuario Dana agradecen la colaboración del veterinario de Vilamarxant «que nos ayuda con todo y con todos». «Hemos realizado los tratamientos pertinentes a los animales y nos preocupamos y nos ocupamos de su bienestar. Hay animales que vinieron en los huesos. Nos hemos encargado de los animales que nadie ha visto y de los que nadie se ha preocupado», explican.

Todos y cada uno de los que conforman Santuario Dana señalan la «valentía» de Agustí. Él le resta importancia. «Amigos míos me llamaban para decirme que tenían el caballo en la cuadra y la riada lo había arrasado todo. Luego se fue corriendo la voz y si me llamaban, pues yo acudía a ver qué podía hacer y en qué podía ayudar. Hay sitios donde tuve que llegar a nado. Y hay situaciones que me guardo solo para mí», concluye un hombre que ha resultado ser un Noé moderno en el anonimato.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents