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La asignatura pendiente del Eibar vuelve a estar a balón parado y seguro que Beñat San José y su staff técnico incidirán esta semana en las acciones de estrategia para que el domingo en Tenerife no vuelva a ocurrir lo que ha pasado en las dos últimas jornadas. Y aunque es evidente que siempre hay un rival que puede estar acertado, al Eibar no le queda otra que mirar hacia dentro y tratar de corregir los errores que le han impedido ganar los dos últimos partidos.
Porque tres de los cuatro goles que ha encajado el conjunto armero en los dos últimos partidos han sido a balón parado. Se le han escapado 4 puntos que todavía a estas alturas del curso le concederían opciones de pelear por los playoffs porque estaría a seis puntos. Sin embargo, los dos goles que encajó en La Romareda y el tanto del 1-1 de Murillo este pasado lunes vinieron en jugadas de estrategia mal defendidas y en las que el equipo no estuvo acertado.
Dos errores de marca y una disputa perdida han lastrado al equipo armero en acciones de pizarra. No había encajado goles a balón parado el Eibar desde la llegada de San José, pero en Zaragoza lo hizo por partida doble. El primero en una falta lejana en la que primero faltó concentración para impedir que el rival combinara y sacara el centro lateral tan fácil y después Jair se impuso a Cubero en el segundo palo. Las tablas llegaron en un saque de esquina en el que nadie se encargó de cubrir la aparición de Poussin en el área y este cogió el testigo de Jonmi con un cabezazo en el primer palo.
El lunes ante el Málaga volvieron a aparecer los desajustes a balón parado defensivo en otro saque de esquina. Un buen envío al segundo palo y Murillo le ganó el duelo a Comas para poner las tablas con un buen cabezazo. Tres goles consecutivos en jugadas de estrategia que seguro volverán a ser analizadas y trabajadas por el cuerpo técnico y los jugadores. El balón parado es un aspecto primordial y los tres últimos goles en esta faceta son un serio toque de atención.
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