Con la ilusión de poder hacer algo importante en el tramo final de la temporada, orgulloso de su plantilla y sin confiarse se presentó Claudio Giráldez en la rueda de prensa previa al partido ante el Espanyol.
Próximos retos: “El discurso sigue siendo el mismo que llevo diciendo todo el año, con respecto a que queremos más. Afrontamos los partidos para poder ganarlos, ser protagonistas y cada vez más sólidos. Eso nos llevará a pelear por objetivos más ambiciosos".
Lema de la afición para el partido: “No puedo estar más de acuerdo con ellos: "Orgullosos del camino, disfrutar del presente y por qué no soñar. Soñemos". Me siento en esa misma línea. Venimos de dos años en los que nos salvamos en la penúltima y última jornada. Estar donde estamos ahora es para que ese lema tenga todo el sentido del mundo y represente lo que yo pienso".
La temporada ya es un éxito: “Cuando lo decía es porque nunca va a poder ser una decepción. Así debemos plantearlo. A partir de ahora intentar conseguir matrícula de honor. Sueño con que lleguemos al siguiente objetivo, que es conseguir meternos en una zona de la clasificación para la que no estábamos preparados y que ahora tenemos al alcance”.
Sin balance, ni calculadoras: “Las conclusiones se sacan al acabar la temporada pero los objetivos principales se han conseguido faltando ocho jornadas. No eché cuentas, es que no sé. Sabéis que llevo muy poco tiempo en Primera. Creo que podemos ganar a cualquiera de los ocho equipos que nos quedan y podemos perder contra cualquiera de los ocho. Son tres puntos cada partido y jugamos contra el Espanyol, que nos ganó 3-1, y contra el Barcelona, con el que empatamos 2-2".
Espanyol: “Un rival que nos ganó 3-1 en la primera vuelta y que viene de ganar 0-4 en el campo del Rayo, que iba séptimo la semana pasada. Venimos de una jornada en la que ningún equipo ha sido capaz de ganar en su campo. Es un dato espectacular, extraño y habla de la dificultad que tiene ganar un partido en Primera. Va a ser un partido muy difícil y en el que necesitamos nuestra mejor versión, la energía y la ambición perfecta para poder ganarlo y el apoyo de nuestra gente”.
Rotaciones en el once: “Dice que tenemos jugadores buenos, que son capaces de estar preparados para jugar todos los fines de semana, jueguen o no, y para seguir sumando al equipo en el rol que les toque. Eso hace que cuando salgan la diferencia sea pequeña, mínima, ninguna o mejoren”.
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