Alavés - Real Madrid: Remontada es la palabra de moda

Remontada es la palabra de moda en el fútbol español. Sobre todo en los alrededores del Bernabéu, donde se prepara ya el aquelarre del miércoles en Champions ante el Arsenal. Pero no sólo. El Alavés también persigue con su particular remontada el reto de mantenerse un año más en Primera División. Un logro que parece más cerca de los de Coudet después del triunfo del pasado fin de semana en Girona.

Para el Madrid, sin embargo, el último recuerdo liguero, como el de Champions, es negativo. El Valencia fue capaz de asaltar el Bernabéu y complica un poco más el título para los blancos, que sólo cuatro días después se llevaron un revolcón histórico en el Emirates. Aunque todos los focos apuntan al partido de Champions, los blancos están obligados a sumar de tres en tres en la Liga para tener alguna opción de desbancar al Barça del liderato, con la bala aún de la visita a Montjuic dentro de cuatro semanas. 

Queda mucho para ese partido, y hay además una final de Copa entre blancos y azulgranas en el horizonte, demasiados condicionantes como para hacer cuentas más allá del próximo partido. Y a ese mantra tan cholista debe aferrarse el Madrid, que no puede darse el lujo de pensar aún en el Arsenal, empezando por el once inicial de Ancelotti. Sólo dos bajas tiene el Madrid, algo poco habitual a lo largo de una temporada marcada por las lesiones, y además la buena noticia del regreso de Dani Ceballos, el único centrocampista que en este curso ha sido capaz de conectar con éxito la defensa con el exuberante ataque del Madrid. No debe ser titular, pero sí al menos tener algunos minutos para probarse de cara al miércoles, una cita en la que el Madrid se juega más de la mitad de la temporada.

El duelo, cómo no, llega rodeado de polémica desde el punto de vista del Madrid, que se queja, con razón, de ser el único cuartofinalista de Champions que juega hoy. Todos los demás lo hicieron ayer, incluido el Arsenal, y hasta el PSG fue liberado de competición doméstica este fin de semana. Las polémicas entre el Madrid y LaLiga no cesan, a la espera de lo que pueda suceder con el arbitraje de Soto Grado, que suple a Munuera Montero. El riojano parecía el favorito para la final de Copa del día 26 en La Cartuja, pero la reciente paternidad de su compañero requirió su designación para el duelo de hoy, lo que virtualmente le deja con pocas opciones de pitar el Clásico de la final de Copa.

Un Alavés lanzado

Por su parte, el cuadro babazorro afronta la visita del Real Madrid a Mendizorroza tras un importantísimo triunfo a domicilio ante el Girona, que le sitúa dos puntos por encima de la zona de descenso. Los vitorianos tienen por delante un calendario mareante, con duelos ante Atleti o Athletic, entre otros, después de enfrentar a los de Ancelotti. El choque ante los merengues, como es habitual en todos los estadios de Primera, ha colgado el cartel de sold out en las taquillas del estadio babazorro, que volverá a lucir sus mejores galas ante el vigente campeón.

Prueba de fuego

El partido, además, tiene aires de reivindicación para las estrellas del Madrid, que naufragaron con estrépito en Londres. Ninguno de los cuatro cracks del equipo —Mbappé, Vinicius, Bellingham y Rodrygo— estuvo ni siquiera cerca de su nivel ante el Arsenal, por lo que la cita de hoy puede servir para incrementar su nivel de juego y, sobre todo, de confianza de cara a la Champions. Falta les hace, desde luego.