Agüimes

Los bidés que frenaron una licencia urbanística en Agüimes

El Ayuntamiento rechazó una obra para construir estancias sobre la sala La Rumba porque sospechaba que con esos sanitarios pretendía unos usos de club de alterne, según el alcalde. El inmueble es propiedad de 'el timplista', dueño del edificio desalojado en Vecindario por derrumbe inminente y que acumula irregularidades urbanísticas en la comarca

Inquilinos afectados por peligro de derrumbe del edificio de Vecindario sacan sus propiedades.

Inquilinos afectados por peligro de derrumbe del edificio de Vecindario sacan sus propiedades. / La Provincia

Agüimes

La sala ocio La Rumba de Agüimes, fundada por el empresario conocido por el timplista, dueño del edificio a punto de derrumbarse en Vecindario , solicitó al Ayuntamiento un proyecto para habilitar habitaciones en la planta alta de este local. Eran necesarias, según argumentó su propiedad, para que los empleados que acababan tarde su trabajo pudieran pasar la noche allí mismo y evitar desplazamientos en coche, cansados y de madrugada. Era comprensible. Los técnicos municipales se percataron de un pequeño pero significativo detalle: "Y estos bidés en cada cuarto, para que son"? Sobre la marcha se denegó la licencia de los trabajos al considerar que presumiblemente esos habitáculos tendrían como finalidad otra actividad más allá que la de simplemente dormir.

El alcalde de Agüimes afirmó que "con eso eran para una sala de alterne y no coló". Este local tiene en la actualidad un expediente abierto tras su solicitud oficial de actividad como sala de baile según el área de Urbanismo del Ayuntamiento. Consta como cafetería y sala de celebraciones pero ofrece espectáculos, fiestas y actuaciones con música en directo.

Arinaba para descansar

"Este municipio no acepta estas actividades no regladas y que además no se ajustan a lo solicitado", precisó el primer regidor, Óscar Hernández, en referencia a la licencia de actividad solicitada hace años por el empresario Gregorio Rodríguez Ravelo, El timplista, para La Rumba, sala de actuaciones en directo en activo en el Polígono Industrial de Arinaga  para fabricar cuartos en las estancias superiores del edificio. Sorprendió algo. En la solicitud en plano proponía cuartos pequeños, para que los empleados del local pudieran descansar o quedarse a dormir. Pero algo no le cuadró a los técnicos. Observaron que cada una tenía un bidet: "Y estos bidés, ¿para qué son?", se preguntaron. Hernández manifestó que tras aquella evidencia, la licencia fue denegada en el momento, porque "esa actividad no era compatible con la normativa municipal", en alusión a que los sanitarios se podían identificar con los locales de alterne y La Rumba no lo era, o al menos no constaba así como negocio registrado ni en su petición para la construcción de los cuartos sobre el local.

Ocurrió hace años, y se recuerda ahora por un vínculo en común, su propietario, el timplista, el mismo dueño del edificio a punto de derrumbarse de la avenida de Canarias de Vecindario, en el municipio vecino de Santa Lucía. Obligó a desalojar a sus 45 inquilinos, a los de dos inmuebles anexos, al cierre de ocho locales comerciales y corte de la carretera. Se acordonó y prohibió el acceso en un amplio perímetro por el peligro inminente de colapso.

Subsanar irregularidades

El concejal de Urbanismo del ayuntamiento agüimense, Rubén Romero, desvela en cuanto a los antecedentes relacionados con los cuartos en las estancias superiores en La Rumba, que "se trata de expedientes antiguos, al menos anteriores a 2015, que no están digitalizados. Para su consulta será necesario acceder al Archivo Municipal y revisar los documentos físicos". No obstante, Romero sí pone en antecedente que "se tiene constancia de que en su momento se requirió la subsanación de ciertas irregularidades, y que dichas modificaciones fueron efectivamente ejecutadas, permitiendo así la compatibilidad del inmueble con las licencias de actividad actualmente vigentes (sala de celebraciones y cafetería)".

En este sentido, Romero detalla que "actualmente constan en vigor dos licencias de actividad en el local de ocio La Rumba, en la calle la Vinca del polígono industrial, "una como sala de celebraciones y otra como cafetería y ambas se encuentran en regla y plenamente vigentes", confirmó.

Sala de baile,

También avanza que "a comienzos de 2025 se presentó una Comunicación Previa para ejecutar trabajos de acondicionamiento interior en la edificación. Sin embargo, hasta la fecha, la Oficina Técnica Municipal no ha podido emitir informe sobre la idoneidad técnica del proyecto. No obstante, de forma paralela a esta comunicación el área de Urbanismo tramitó una solicitud de licencia de actividad como sala de baile, "presumiblemente con el objetivo de ampliar el aforo permitido", observa el edil, que recuerda que hasta ahora solo figura como sala de celebraciones. Añade que esta solicitud fue objeto de un requerimiento de documentación complementaria, emitido casi de inmediato, "No obstante, -sostiene- hasta el momento no se ha recibido respuesta alguna por parte del solicitante, lo cual impide avanzar en el procedimiento".

En estos momentos la sala La Rumba ofrece espectáculos y música en directo. Por ejemplo, en navidad la fiesta de Nochevieja, en Carnaval la fiesta mejicana y este mismo fin de semana tiene programados conciertos en directo de jueves a domingo.

Este local es propiedad de la empresa Construcciones Rodríguez Ravelo, la misma propietaria del inmueble de viviendas de alquiler de la avenida de Canarias de Vecindario que fue desalojado el mes pasado en minutos por el peligro de derrumbe inminente del edificio . Los residentes oyeron el estruendo y sintieron moverse las paredes de sus casas y en minutos, sus  45 inquilinos fueron desalojados y realojados por iniciativa propia en apartamentos de 10 metros cuadrados de otra finca del mismo propietario. 

Entre las causas que pudieron ocasionar este desastre, que hundió más de cinco centímetros el edificio se baraja la manipulación del pilar central del edificio, sin licencia aunque todo apunta también a que se le añadió más peso del que legalmente podría soportar.  El Ayuntamiento de Santa Lucía aseguró depurar responsabilidades por sobrecarga edificatoria. Los afectados aún continúan en precario y sin lugar a donde ir.

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