Carlos Alcaraz no titubea en el Rolex Masters 1.000 de Montecarlo. El murciano, más sólido que en su debut, fue inabordable para Daniel Altmaier (84 de la ATP), al que superó con enorme facilidad por 6-3 y 6-1 en menos de hora y media de partido. Carlitos no se permitió tantos errores como en su estreno del miércoles y ofreció una imagen de superioridad absoluta. Su rival en cuartos (donde nunca había estado en este torneo) será el descarado francés Arthur Fils, que dio un buen repaso al ruso Rublev.
Altmaier, un correcto jugador en tierra batida (su mejor resultado en Grand Slam son los octavos de Roland Garros, en 2020), comenzó respondón. Sin rechazar el intercambio de golpes ni abandonar su rol de pegador, con cierta seguridad para afrontar el partido ante un rival top, el alemán, que había vencido al veterano Gasquet en segunda ronda, aguantó lo que pudo, unos seis juegos. Carlitos, más adaptado a la tierra de Montecarlo, no pudo consolidar su break en el primer intento, pero sí lo hizo en el séptimo juego. De ahí hasta el final del primer set, el murciano se trabajó con solvencia el triunfo (6-3) y dejó algún punto para el recuerdo, después de salvar una bola de espaldas, bajo las piernas. Puro Alcaraz. No fue una apisonadora pero había abandonado la montaña rusa de irregularidad del primer set ante Cerundolo.
El poso de Carlitos le llevó a no titubear en el primer juego de la segunda manga, con tres bolas de break para Altmaier. Alcaraz logró cinco puntos consecutivos para salvar su servicio y mantener la iniciativa en el partido. Aquello fue definitivo. El alemán, que venía de la fase previa, estaba a un paso de firmar la rendición. No se puede aguantar al máximo nivel salvo en un día de inspiración suprema. Tras el break en el cuarto juego, Carlitos puso el modo rodillo para alcanzar los cuartos de Montecarlo. Le espera un rival peligroso. Por la mañana, Fils había despachado a Rublev (6-2 y 6-3). Será un gran test para su aterrizaje en la temporada de tierra.
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