Todos conocemos a alguien afectado por alguna de ellas. Las Enfermedades Inflamatorias Inmunomediadas (IMID) son un grupo de dolencias crónicas que comparten un síntoma común: la inflamación causada por una alteración del sistema inmune, y cuyo control rápido y persistente es clave para la evolución de la enfermedad. “Esa disfunción acaba lesionando al propio organismo, ya sea de forma focalizada en un órgano o de manera más generalizada en varios”, explica la doctora Mireia Moreno, especialista en reumatología en el Hospital Universitari Parc Taulí (Sabadell). Solo en España, más de 2,5 millones de personas las padecen¹, siendo en su mayoría mujeres².
El rasgo principal de estas enfermedades ligadas a la inflamación es la heterogeneidad. Bajo las siglas IMID se encuentran más de cien patologías, tales como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la enfermedad inflamatoria intestinal —destacando la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa— y la psoriasis, entre muchas otras. “Aunque estas tengan manifestaciones clínicas muy diferentes en cada uno de los pacientes, los mecanismos por los cuales se producen pueden ser semejantes”, cuenta el doctor Jaume Notario, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitari de Bellvitge (HUB).
Nosotros decimos que no tratamos enfermedades, sino que tratamos pacientes”

Doctor Jaume Notario especialista del Servicio de Dermatología
Todas estas enfermedades pueden aparecer a partir de la juventud, en una franja de edad entre los 15 y los 30 años, desarrollándose con mayor frecuencia a partir de los 40-60 años³. De hecho, siete de cada diez personas diagnosticadas son mayores de 40. Junto a síntomas comunes como la fatiga, el dolor y el cansancio; el hecho de que sean enfermedades crónicas conlleva que se intercalen periodos de actividad de los síntomas con otros de inactividad. Esto incide especialmente en el día a día de los pacientes, cuya cotidianidad se ve trastocada.
“La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa cursan a brotes que dan pie a recaídas de distinta intensidad. Cada brote es una situación nueva para la que debemos plantear una estrategia de tratamiento”, destaca la doctora Esther García, jefe clínico de Gastroenterología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona). En estos casos, síntomas como la fiebre, el sangrado o la pérdida de peso y de masa muscular pueden suceder, aunque el paciente haya tenido hasta entonces una buena adherencia al tratamiento.
Impacto en el día a día y el ánimo de los pacientes
“Cuando se da un brote, en estas enfermedades la calidad de vida se ve afectada de una forma muy incapacitante. Por tanto, nuestro objetivo inicial es conseguir mejorarla rápidamente”, asegura la doctora García. Para ello resulta clave el tratamiento individualizado, aquel que mejor se adapte a las circunstancias del paciente. “No es lo mismo tratar a una persona de 18 años que a una de 80 con otras enfermedades; además, con la esperanza de vida actual, estas patologías también debutan en edades avanzadas, algo impensable hace veinte años”, añade.
El concepto de que tu propio cuerpo te lesione a ti mismo es muy difícil de entender”

Doctora Mireia Moreno, especialista en reumatología
A la hora de enfocar el tratamiento, los especialistas no se olvidan de algo que se ve ya en el diagnóstico: el alto impacto que las IMID tienen en el estado de ánimo de los pacientes. En ese sentido, “la psoriasis es de las enfermedades que, a nivel europeo, más afectan desde el punto de vista físico y emocional”, afirma el doctor Notario. Para ilustrar esta idea, el dermatólogo pone el siguiente ejemplo: “No es lo mismo que tengas una placa de psoriasis en los codos y las rodillas, que en la cara o la zona genital. Puede ser pequeña en extensión, pero muy incapacitante”.
Y es que estas patologías conllevan una estigmatización social importante para los pacientes, especialmente cuando la enfermedad es visible y se diagnostica en personas con toda la vida por delante para lidiar una dolencia crónica. “Nosotros decimos que no tratamos enfermedades, sino que tratamos pacientes”, asegura el doctor Notario. “El concepto de que tu propio cuerpo te lesione a ti mismo es muy difícil de entender”, señala por su parte la doctora Moreno. Por ello, a nivel psicológico, las IMID también pueden estar ligadas a trastornos de ansiedad y depresión.
Las enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMID) son enfermedades inflamatorias crónicas originadas por alteraciones del sistema inmunológico, las cuales causan daño afectando a un órgano concreto o a diversos
A todo esto, se le suma que las personas con IMID tienen un mayor riesgo de padecer comorbilidades, es decir, de tener dos o más enfermedades. De hecho, cerca del 10% de estos pacientes es diagnosticado de dos o más IMID que coexisten⁴. Por ejemplo, entre el 5 y el 10% de los pacientes con una espondiloartritis, conviven también con la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)⁵,⁶. Además, las complicaciones derivadas de los efectos crónicos de la inflamación pueden conllevar factores de riesgo cardiovascular, síndrome metabólico, diabetes, hígado graso o enfermedad renal.
La colaboración de todos los especialistas
Para los especialistas en IMID, la clave para mejorar la calidad de vida de los afectados reside en abarcar todos los frentes. “Siempre hay que ir más allá preguntando al paciente y hacer un abordaje muchísimo más holístico”, sostiene la doctora Moreno. “A pesar de que mi foco pueda ser la piel o las articulaciones, no me puedo olvidar del intestino y no me puedo olvidar del hígado, como tampoco de la protección cardiovascular del paciente ni de cuáles son sus hábitos, su estado de ánimo y su adherencia al tratamiento”, enumera.
Cada brote es una situación nueva para la que debemos plantear una estrategia de tratamiento”

Doctora Esther García, jefe clínico de Gastroenterología
En los últimos años, la mejora de los tratamientos y del diagnóstico precoz ha resultado fundamental, como también los cambios en el estilo de vida para combatir la inflamación, evitando el tabaco, siguiendo una dieta sana y practicando ejercicio moderado. Respecto a los fármacos, el doctor Notario apunta a la importancia de disponer de “armas comunes”: “”a veces con un mismo tratamiento podemos actuar sobre dos enfermedades. Esto ha hecho que cada vez más los diferentes especialistas debamos acordar juntos cómo tratar al paciente”, asegura.
“Es muy importante la colaboración entre nosotros. Los tratamientos de los que disponemos suelen estar aprobados para más de una IMID, pero la dosis puede ser distinta en función de la dolencia. Normalmente prima la enfermedad más grave sobre las demás”, afirma la doctora García. También pueden darse otros escenarios, como pacientes que, además de la IMID, se les ha diagnosticado un cáncer o que han debutado en la enfermedad teniendo una edad avanzada y con una salud más frágil.
Para los especialistas es imprescindible el abordaje multidisciplinar que favorezca la implicación de todas las áreas terapéuticas, ya que los pacientes con IMID tienen un mayor riesgo de padecer otras enfermedades y complicaciones por los efectos crónicos de la inflamación
Con todo, los especialistas consideran relevante transmitir calma a los pacientes, sobre todo si la enfermedad es como una losa para ellos. “Debemos darles todo el apoyo y todas las herramientas a nuestro alcance. Pueden sentirse ansiosos e impotentes, pero deben sentir que vamos de la mano con ellos”, remarca la doctora García. “Hay que desmitificar esa cronicidad y asumir que, gracias al tratamiento y una vez aprendan a manejarse con la enfermedad y los medicamentos, pueden mantener una vida igual a la de una persona sana”, concluye la doctora Moreno.
Referencias:
[1] Extrapolación de los datos de acuerdo a los resultados del estudio que revelan que la prevalencia de las IMID en España es del 6,4%. IMID: una visión compartida. Proyecto de la Cátedra de Evaluación de Resultados en Salud. Universidad Rey Juan Carlos. 2017
[2] Robinson D Jr, Hackett M, Wong J, Kimball AB, Cohen R, Bala M; IMID Study Group. Co-occurrence and comorbidities in patients with immune-mediated inflammatory disorders: an exploration using US healthcare claims data, 2001-2002. Curr Med Res Opin. 2006 May;22(5):989-1000.
[3] Estudio de prevalencia de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMID) en la población española. 2018. Universidad. Rey Juan Carlos.
[4] Panaccione R, Aletaha D, Davis M, Johnson S, Skup M, Garg V. «The risk of developing subsequent immune mediated inflammatory diseases: a retrospective matchedcohort study.» 12th ECCO Congress. Barcelona, 2017.
[5] Van der Horst-Bruinsma IE, et al. Rheum Dis Clin North Am. 2012;38:523-38.
[6] Lim. Rheumatology (Oxford). 2023 Apr 3;62(4).