Récord histórico: el oro supera los 3.500 dólares por primera vez en medio de tensiones globales

El oro ha vuelto a confirmar su estatus como refugio por excelencia. Este martes, el precio de la onza troy de oro alcanzó los 3.509,90 dólares, superando por primera vez la simbólica barrera de los 3.500 dólares, lo que supone un incremento del 3% en un solo día y una revalorización acumulada del más del 30% en lo que va de 2025.

Este rally histórico se enmarca en un contexto dominado por la presión política del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la Reserva Federal, la incertidumbre en torno a la política monetaria global y la reconfiguración estructural del sistema financiero internacional.

Tensiones en la Fed: Trump presiona, el oro sube

La reciente escalada de Trump contra Jerome Powell, presidente de la Fed, ha agitado aún más los mercados. A través de Truth Social, el mandatario ha acusado a Powell de actuar "demasiado tarde" en la bajada de tipos y ha insinuado abiertamente su destitución. La Casa Blanca, por su parte, ha confirmado que "estudia el tema".

Estas declaraciones han provocado una reacción inmediata de los mercados, que anticipan mayores riesgos de recesión y una mayor presión sobre el dólar. Resultado: los inversores huyen hacia el oro.

La estrategia de los bancos centrales: acumulación récord de oro

Según un informe reciente de Goldman Sachs, los bancos centrales están comprando oro a un ritmo superior al esperado: 80 toneladas mensuales en 2025, muy por encima de las previsiones iniciales. En febrero, esta cifra llegó incluso a 106 toneladas.

El banco de inversión proyecta que el oro alcanzará los 3.700 dólares a finales de 2025 y podría tocar los 4.000 dólares a mediados de 2026. En un escenario de recesión severa, el precio podría llegar a los 4.500 dólares.

Desdolarización y geopolítica: el nuevo rol del oro

Daniel Marburger, CEO de StoneX Bullion, lo tiene claro: "Estamos entrando en una nueva era financiera. El oro ya no es solo una cobertura frente a la inflación, es una herramienta de soberanía nacional".

Marburger señala que los factores que impulsan el oro hoy son estructurales: la desdolarización, la erosión de la confianza en el sistema fiduciario y la creciente fragmentación geopolítica. "Ya no hablamos solo de ETFs o de especulación, sino de bancos centrales asiáticos, gobiernos que repatrían reservas y ciudadanos que compran oro físico como medida de protección a largo plazo", explica.

Aranceles, comercio y desconfianza

Aunque el oro está generalmente exento de aranceles, las tensiones comerciales entre EE.UU. y China han actuado como un catalizador indirecto. "El desacoplamiento económico global empuja a los inversores a buscar seguridad fuera del sistema tradicional", afirma Marburger.

En este entorno, el oro no solo representa un activo de reserva, sino una "arma silenciosa" en la guerra económica global: fuera del sistema bancario digital, inmune a sanciones, y con valor universal.

¿Hacia un nuevo patrón oro?

Los expertos coinciden: el oro está recuperando protagonismo como activo estratégico. Mientras el dólar muestra signos de fatiga y la Reserva Federal enfrenta presiones políticas sin precedentes, el oro se perfila como un posible pilar del nuevo sistema monetario multipolar.

Bancos centrales, fondos soberanos e incluso gobiernos están ajustando sus carteras. En palabras de Marburger: "Los países se están preparando para un nuevo orden financiero, y el oro está en el centro de ese cambio".

La histórica superación de los 3.500 dólares por onza no es un hecho aislado, sino el reflejo de una transformación profunda y en curso. El oro, más que nunca, ha vuelto a ser el barómetro de la incertidumbre… y el termómetro del nuevo orden mundial.