El Tribunal Supremo ha anulado la tercera condena al ciudadano marroquí Ahmed Tommouhi, que fue sentenciado en otras dos ocasiones anteriores por violaciones ocurridas en Cataluña en noviembre de 1991, que también fueron anuladas posteriormente tras retractarse las víctimas y a la luz de pruebas biológicas.
Recientemente, la Audiencia Nacional ha desestimado un recurso contra la denegación por parte del Ministerio de Justicia de la petición que presentó en 2023 a ser indemnizado tras haber estado 15 años en la cárcel al ser confundido con un violador.
La condena
La sentencia le condenó como autor de dos delitos de robo con violación y empleo de armas y como cooperador necesario de otros dos (27 años cada uno); como autor de otro delito de violación (14 años); de dos delitos de detención ilegal (8 años por cada uno); de dos faltas de lesiones (15 días de arresto cada una); y de otras cinco faltas de lesiones (5 días de arresto cada una).
Los hechos se remontan a la noche del 9 al 10 de noviembre de 1991 en La Secuita y La Bisbal, “misma época” en la que “se produjeron una serie de hechos similares por la zona”, alegaba la defensa. Las otras dos condenas fueron por hechos acaecidos en Olesa el 5 de noviembre de 1991 y en Cornellá el 7 de noviembre del mismo año.
La primera absolución
Fue en 1997 cuando la Sala Segunda del TS anuló la sentencia recaída por lo sucedido en Olesa, que le condenó a 51 años de cárcel por delitos de violación, robo y secuestro. Hubo que esperar hasta 2023 para que el alto tribunal hiciera lo mismo con el fallo por lo ocurrido en Cornellá, que le condenó por dos delitos de violación y dos faltas de lesiones a 24 años y 22 días de prisión.
En ambos casos, había restos de semen recuperados de la ropa de interior de las víctimas. Respecto a los hechos de Olesa, en su día se llegó a la condena porque el mal estado de los mismos no permitió alcanzar resultados concluyentes, pero después, cuando el Supremo examinó el caso, “los adelantos científicos” permitieron alcanzar “resultados claros”, exonerando a Tommouhi.
La segunda absolución se hizo esperar porque, aunque ahí sí había un informe concluyente sobre los restos de semen, “nunca” llegó a conocimiento del tribunal porque los peritos no acudieron a declarar al juicio. El tribunal dio por bueno el testimonio de la víctima, que lo identificó en una rueda de reconocimiento, si bien posteriormente, en una entrevista, admitió que se había equivocado al señalar a Tommouhi.
La sentencia exculpatoria de 2023 reconocía algunos de los clamorosos errores judiciales que llevaron a condenar a Tommouhi y Abderrazak Mounib; éste murió en presidio en el año 2000: el juicio se celebró sin que el tribunal —que presidía la actual ministra de Defensa, Margarita Robles— analizara un informe pericial con el análisis de restos de semen obtenidos en una víctima que no eran de Tommouhi y por tanto no pudieron ser valorados, y tampoco se llamó a declarar a los dos miembros de la policía científica que habían elaborado el informe.